Rosamunda
2020
Collage i acrílic sobre cartró, 60 x 54 x 4 cm.
A partir d'un personatge de Javier Tomeo
“Paciencia. Un minuto de paciencia, decían los griegos, significan diez años de paz. Ése era también otro de los refranes favoritos de mi tía Rosamunda. Espero hasta las cuatro y veinte sentado junto a una gran maceta de porcelana en la que hunde sus raíces un ficus de la especie robusta.
Ella (me refiero otra vez a mi tía Rosamunda) tenía otro ficus idéntico en su residencia de Rapaldinova.
- Las plantas de interior ayudan a purificar el aire – decía mi tía, que, como mi madre, tenía también los ojos de distinto color.
Fue precisamente mi tía Rosamunda quien me acogió amorosamente en su mansión de Rapaldinova cuando, a los diez años, perdí a mis padres. Licenciada en Heráldica Mayor (lo de mayor significa que se ocupa de condes y marqueses hacia arriba), fue ella quien cuidó de mi educación, y quien, el mismo día en que cumplí quince años, decidió matricularme en la Escuela Oficial de Recaudadores de Burgundia. Gracias a mi tía, por lo tanto, puedo presumir hoy de ser un hombre con un brillante futuro. ¿No les parece, pues, lógico que ahora, mientras contemplo este ficus, recuerde con especial cariño a aquella gran mujer que tanto se preocupó por mi futuro?
Cierro los ojos y me parece verla sentada a mi lado, fumando en su exótica pipa de marfil y con su minúsculo canche plateado sobre el hombro derecho, como si fuese un pirata y el caniche un loro.”
Javier Tomeo. El hombre bicolor.
Barcelona: Anagrama, 2014


